La biblioteca del Premio La Bestia Equilátera de Novela

Quedan las últimas horas para subir obras al Premio La Bestia Equilátera de Novela, que ya recibió más de seiscientas obras y cierra hoy a la medianoche, sin prórroga. Por acá les dejamos las lecturas preferidas de varios de sus jurados y prejurados, una pequeña biblioteca equilátera.

Agustina Bazterrica

La lista es enorme y puede mutar de un día al otro. Siempre estoy descubriendo preferencias aún en libros que retomo y releo. Punteo algunos. Aunque, por la diversidad, asumo el riesgo de agobiar:

 

1. La pasión según G.H. de Clarice Lispector.

2. El extranjero de Albert Camus.

3. Todo James Joyce, especialmente el Ulises.

4. Juan Rulfo y Augusto Roa Bastos.

5. El sonido y la furia de William Faulkner.

6. Todo lo que leo y releo de Thomas Bernhard, especialmente Trastorno.

7. La revolución es un sueño eterno y La Sierva de Andrés Rivera.

8. Todos los cuentos de Flannery O’Connor.

9. Sombras sobre vidrio esmerilado y El limonero real de Juan José Saer.

10. La conjura de los necios de John Kennedy Toole.

11. Toda la obra de Kafka, especialmente En la colonia penitenciaria.

12. Madame Bovary de Gustave Flaubert.

13. Al faro de Virginia Woolf.

14. El loro de Flaubert de Julian Barnes.

15. La Comemadre de Roque Larraquy.

 

Sebastián Chilano

John Berger tiene que estar en esta lista arbitraria. Boris Vian, Amelie Nothomb y Tabucchi también. De este lado del Océano están Levrero y Aira. Si tengo que recomendar un libro dependiendo del lector que tenga enfrente digo: Viaje al fin de la noche de Celine, Los adioses de Onetti o Solaris de Lem.

 

Luis Chitarroni

Todas las semanas encuentro uno.

 

Oliverio Coelho

John Harrison, Robert Walser, Franz Kafka, Joseph Roth, Kurt Vonnegut, Thomas Pynchon, Virgilio Piñeira, Borges, L.F. Celine, Silvina Ocampo, Bioy, Clarice Lispector, Felisberto Hernández, Mario Levrero, Elena Garro, Onetti, entre una larga lista.

 

Mariana Docampo

Muchos. Los clásicos, en primer lugar: Eurípides, Safo, Virgilio.  Y Dante Alighieri, Giacomo Leopardi.  Si hablamos de obras: Las mil y una noches, la Biblia, el romancero español, las canciones de María Elena Walsh.  Sumo a Silvina Ocampo y a Borges a quienes veo como fundadores de la literatura argentina.  Y bueno, podría seguir nombrándolo todo: Flaubert, Virginia Woolf, Paul Valery, Armonía Somers, Marguerite Duras, Salinger, Juan Rulfo, Marina Tvietáieva.  Un poco de todo, variado, diverso, desigual.

 

Juan Guinot

Philip K. Dick, Agota Kristof, Alberto Laiseca.

 

Javiera Gutiérrez

Pushkin, Tolstoi, Lope de Vega, Scott Fitzgerald, Dylan Thomas, Kipling, W. H. Hudson, Truman Capote, Hoffmann, Kawabata, Lobo Antúnez, José Bianco, María Martoccia, Willa Cather.

 

Mariana Kozodij

Hablar de autores preferidos es levemente romántico y, en mi caso, falaz; generalmente van cambiando  mis respuestas y se acomodan a épocas  y momentos. Pero voy elegir a algunos  que se vienen manteniendo en el tiempo: Henry Miller, Alejandra Pizarnik, André Pyere de Mandiargues, Benito Lynch y como novela Madame Bovary de Flaubert que es un clásico eterno.  Releo seguido textos de Lacan, Barthes, Žižek.

 

Diego Tomasi

Qué difícil. Esta pregunta tiene tantas respuestas como días de uno como lector. Pero se puede hacer el intento. El primer escritor que se me viene a la cabeza es Ítalo Calvino. Siempre vuelvo a Las ciudades invisibles, que en la traducción de Aurora Bernárdez me cambió la vida. Y, ya que apareció Aurora por acá, no puedo evitar nombrar a Julio Cortázar, que en mí fue un autor de adultez más que de la adolescencia, como suele decirse con malicia. Y está Cervantes, claro. Siempre que uno no sepa qué elegir para leer, hay que volver al Quijote.